El rinoceronte es el animal más afectado, habiéndose reducido su población en un 85 por ciento en los últimos veinte años, según datos del WWF. En la actualidad quedan poco más de 10.000. Aunque durante muchos siglos los chinos han transformado los cuernos de rinoceronte en elementos decorativos, es a partir de los años setenta cuando aumenta la demanda de este material debido a las propiedades medicinales y afrodisíacas que le atribuyen en Asia. Las empuñaduras de las tradicionales dagas que los turistas compran en Yemen también están fabricadas con cuernos de rinocerontes. Este país importó más de 22.000 kilos de cuernos en sólo ocho años.
(ambientum, 2017)