Baterías, celulares y computadores son algunos de los aparatos que deben ser desechados de manera especial cuando acaban su vida útil
Muchas personas saben que elementos como las baterías, los celulares y los bombillos, una vez han dejado de funcionar, no deben ser botados a la basura con el resto de los desechos del hogar. Pero una vez separados, no saben qué hacer con estos residuos ni a dónde llevarlos, así que terminan en el mismo lugar.
Lo que muchas veces no saben es la razón detrás de esta diferenciación y los riesgos que conlleva la mala disposición de estos desechos.
Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), también llamados residuos posconsumo, son todos aquellos dispositivos electrónicos o eléctricos que han llegado al final de su vida útil y pueden ser considerados obsoletos.
Los residuos electrónicos incluyen una amplia y creciente gama que va desde aparatos domésticos voluminosos (refrigeradores, acondicionadores de aire, equipos de sonido), hasta teléfonos celulares, computadores y demás aparatos electrónicos de consumo desechados por sus usuarios.
Estos residuos contienen cantidades mínimas de materiales peligrosos. Sustancias tóxicas como plomo, cadmio, cromo, mercurio, selenio, cobalto y arsénico pueden ser encontrados en tarjetas de circuitos, monitores, interruptores, baterías de computadores portátiles, etc.
Durante su uso esto no representa peligro, pero cuando la vida útil de estos aparatos termina, estas sustancias pueden empezar a filtrarse; y si fueron desechados en el suelo, al aire libre o en cuerpos de agua, acarrean un grave impacto al medio ambiente y pueden poner en riesgo la salud humana.
Es por eso que es necesario disponer de ellos en lugares especializados.
La alta velocidad con que los dispositivos electrónicos actuales se vuelven obsoletos y son reemplazados, ha llevado a un rápido crecimiento de este tipo de residuos: la ONU calcula que se producen cerca de 50 millones de toneladas al año.
En Colombia, entre los años 2000 y 2007, se generaron cerca de 45 mil toneladas de desechos de computadores y periféricos (teclados, bocinas, etc.). Las proyecciones indican que tan solo este año se podrían producir entre 80 y 140 mil toneladas en nuestro país, y entre 11 y 18 mil de ellas corresponderían a residuos de celulares.
EL HERALDO