De las 322 especies conocidas, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha declarado a nueve en peligro crítico, once en peligro y nueve más como vulnerables.
Es decir, el peligro de desaparición ronda las 29 especies de esta pequeña ave. Si esto sucediera, se sumarían a dos colibríes extintos: el esmeralda de Brace (Chlorostilbon bracei) y el esmeralda de Gould (Chlorostilbon elegans).
Los colibríes, ave endémica propia de América, enfrenta la depredación principalmente por la tala indiscriminada de árboles, actividad que conduce a la fragmentación, degradación y destrucción de hábitats naturales. Además, las vistosas plumas de esta ave de singular belleza son muy apreciadas para la confección de adornos. Así se incrementa el número de ejemplares víctimas de la caza.
En diálogo con Notimex, el especialista y académico universitario ecuatoriano Mario García dijo que, en el caso de Ecuador, uno de los países del continente con mayor número de variedades de colibríes, la “situación ambiental es cada vez más crítica”.
Recordó que esa situación ya fue advertida por el fallecido ornitólogo ecuatoriano Fernando Ortiz Crespo en su libro Los colibríes, historia natural de un ave casi sobrenatural, cuya segunda edición se lanzó de manera reciente en Quito.
(El Debate, 2017)