La Academia Colombiana encargó al médico, intelectual y naturalista Emilio Robledo la tarea de buscar la flor nacional por excelencia, y a él se debe su selección como emblema representativo del país. Robledo la sugirió debido a su extraña belleza, dado que en el pétalo central luce los colores de la bandera colombiana, que contrastan con el tono lila de los pétalos laterales y de los sépalos, así como por haber sido dedicada al máximo botánico colombiano de todos los tiempos, José Jerónimo Triana, Esta especie está en peligro de extinción por destrucción de su hábitat, por lo cual una gran cantidad de instituciones están tratando de multiplicarla, por tal motivo amigos de Cali, es nuestro deber propagar nuestra flor nacional.
Para apreciarla, hoy es obligatorio ir a un vivero, al jardín de un aficionado, al archivo fotográfico de un biólogo o a una exhibición nacional. Ya ha sido declarada en vía de extinción, con el agravante de que no es la única que está en problemas. En el país, las orquídeas ocupan el primer lugar entre las familias de plantas con mayor número de especies amenazadas.
Según el Instituto Humboldt, de las cerca de 3.500 especies colombianas conocidas, y de otras 1.000 que ya están descubiertas pero que aún falta bautizar, hay seis en peligro crítico, 64 en la categoría en peligro -grupo en el que figura la trianae- y 137 cuya existencia es vulnerable, datos que confirma el Libro Rojo de Plantas de Colombia.El calentamiento global agrava el panorama, porque podría alterar los patrones de circulación de las neblinas y hacerlas pasar por encima de los bosques, lo que deterioraría sus funciones como captadoras y reguladoras del ciclo hídrico. Y sin niebla, el hábitat que resguarda con mayor sigilo a las flores se acabaría. Se estima que de la triana se ha perdido el 80 por ciento de su hábitat.
Desde finales del siglo XIX, la extracción directa de orquídeas silvestres ha sido una empresa de grandes proporciones. Existe un caso histórico el del señor Robert Millican, un inglés que llegó a La Victoria (Caldas) y desde allí mandó millares de ejemplares a la Inglaterra victoriana. Fue un cazador profesional de plantas.
En Cali tenemos un defensor de las orquídeas se trata del botánico Jorge Orejuela, Las orquídeas juegan un papel clave en la vida de otras especies y hábitats. Si los colibríes son las joyas aladas del mundo natural, las orquídeas son los tesoros escondidos en la niebla, afirma este investigador, autor del libro Orquídeas en la niebla y fundador del Jardín Botánico de Cali. Tomado de la pagina del tiempo del 6 de enero de 2012.
Jose Antonio A.
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